miércoles, 23 de mayo de 2012

Triste Bolero

Las cosas que se van, las cosas que se quedan.
Decirte aquello que no quiero, aquello que no debo,
intentar hacerme creer que valgo algo más,
son tonterías de un juego de ansiedad.

Que si crees que estoy clavado en tí,
ya no puedo hacerme responsable,
así cómo tu decides ignorarme...
y jugamos a algo que nos haga daño.

Y buscamos creernos más importante,
esconder la miseria y maquillar las heridas.
pero no somos más que un bolero,
que nos invita a bailar mientras nos negamos.

Mientras ves por encima de mi hombro,
mientras veo el polvo de tus pies;
y sin saber que bailamos sin ritmo,
se desgarra lo que queda de dignidad.

Tu y tu indiferencia,
yo y mi necedad.
Yo que le veo lo que no hay,
tu que no ves lo que tenemos.

Se va tejiendo esta obsoleta relación,
que termina por herirnos,
que deja un loco perdido
y crea un perfecto patán.

Son estos delicados ojos,
son la mirada incierta;
de que todo el desdén que guardamos,
nos lleva a la fragilidad.

A marcarnos en el alma,
de lo mismo que yo sufro,
de lo que dices que no sufres,
de negarnos otra vez.




jueves, 22 de diciembre de 2011

Extraordinario

Allá donde lo extraordinario se vuelve popular,
aquí donde estar afuera es estar adentro,
en estos días en que desentonar es regla,
así como lo ordinario recobra fuerza.

En esos segundos en que no hay más que el cuerpo,
cuando la noche se vuelve día y el día no vuelve,
como perdiendo valor con la moneda desplomada,
diseccionado en trozos, igual y la venta va mejor.

Sí, adelante con lo extraordinario y lo original,
todos forasteros, todos rebeldes, todos religiosos,
se es voraz por solvencia económica,
al cabo los trozos de felicidad también se venden.

Reconocer la propia etiqueta para saberse propio,
acoplarse al molde y vivir en boga del mundo,
ser extraordinario porque todos lo somos,
ser obsoleto porque así lo seremos.

Desechable, cotizado, intermitente y mudo.
Lo que viene no regresa, lo que tengo no es tuyo,
catatónico, amordazado y extraordinario,
todo menos la verdad, todo menos traspasar.

Sentado y comiendo levedad,
sin hilos hacia el piso, con juicios y los vicios,
te presumo, soy extraordinario,
pura buena toxina, pura soledad.



viernes, 11 de noviembre de 2011

Prendido a la Luna

Quien iba a pensar que un pequeño saltamontes, aparecería en mi ventana a decirme que está prohibido besar a la luna.
-"La luna fue de alguien más y besarle los labios arruinaría tus noches" -decía el saltamontes.
Le dije- "No me importa errar esta noche si puedo besarle su luz" -
El pequeño saltamontes me miró a los ojos y claramente me dijo: -"Está prohibido besar a la Luna, no es tuya ni por hoy, ni nunca"-
El saltamontes brincó y partió, mientras la luna desvanecida en el amanecer se fugó...
No puedo besar a la Luna, está prohibido hacerlo, pero pude tocarle en la noche y el deseo a ella quedó prendido.
Hoy sólo vine para saber a dónde llega la curiosidad y dejar preguntas sin contestar... noches de Luna que no necesitan respuesta o que aún no les llega claridad.

martes, 27 de septiembre de 2011

Sólo sé sonreir.

Si los trozos del alma rota tuvieran sabor...
cuando el amargo corazón se suicida en la razòn.
Si buscaras en la oscuridad, ahi estaría yo.

Agluna vez tuve un poco de calor...
y aquello que me arrebató hasta el último aliento,
fue lo que mató la inociencia de mis ojos.

Tal vez fue bueno vivir por los demás...
pero escuhar no paga el alquiler
y menos donde se mata por atención.

En un lugar así ¿cómo una sombra puede sobrevivir... ?

¿Quien recoge los trozos de un alma vagabunda?
Sólo aquellos que necesitan más espacio.

Si el silencio pudiera ser mi amigo,
tal vez no terminaría jugando solo...
o pensando en darle alas a lo inerte.

Después de dominar el arte de la espada,
las palabras se vuelven filosas,
pero estando solo... sólo queda pelear con alguien.

Después de un pisoteo como este, sólo se sonreirte...
así que véme sonreir... a ver si puedes.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Para Quienes Les Cuesta Respirar

De la soltería se puede hacer una vida,
como el sastre que hace un traje.

Se hace a la medida, con las telas que uno quiere, con el corte que apetece.

Se puede aprender a vivir la soledad,
incluso disfrutarla como un buen trago.

Mezclado o derecho, algo fró o un poco tibio, tal vez a sorbos, ta vez de golpe.

Sería como el estado donde cabe la calma,
así cual maleta de viaje.

Se mete lo necesario, se deja lo que pesa, se viaja ligero o pesado, por placer o negocios.

Pero en la soltería caen los momentos en que no se respira,
momentos que parecen la alergía de cambio de clima.

Cuando el mundo cambia, se van personas, se mueven fechas, se modificará la soledad...
y por unos segundos los orificios nazales del soltero parecen constiparse y bloquear el aire.

Mis minutos sin respiro, son ideas llenas de mentiras cuando reniego de mi soledad.
No puedo descansar por no respirar, no puedo inhalar libremente, incluso el cuerpo me lo dice.

Los días en que no se respira, son días en los que de la soltería parece no hacerse nada.

Pero se puede hacer...

Cuando no se respira, es cuando regresan los miedos, cuando las expectativas se edifican.

De la soltería se puede hacer una vida,
pero primero aprende a respirar.

jueves, 21 de julio de 2011

Inocencia

Si algo queda al paso de los años,
son las deudas de una caja de secretos,
lo que queda en zonas no dichas
y algun viejo rastro de mentiras.

Cuando veo el sol ponerse
y volver a renacer...
¿Acaso podría poseer las estrellas,
como poseeo hasta tu ser?

Quedará el polvo de los castillos,
y podrá el zumbido de las marchas,
de aquello que alguna vez caminamos,
superar la lejanía de la distancia.

Murallas que deribamos juntos,
si queremos mantenernos vivos,
y las fuerzas nos impiden,
seguir en esta ensoñada infinidad.

Cuando vemos nuestros ojos,
nuestras manos se entretejen...
aún si te veo en la distancia,
mis memorias se entremecen.

Quedarán, quedarán y vivirán,
los viejos juegos del azar,
cuando tu, yo, nosotros;
creíamos en el más allá.

El tiempo quitó la venda dulce,
que pinta todo de colores,
que ahora vuelve gris al mundo,
si giramos un grado el rumbo.

domingo, 17 de julio de 2011

Carne Trémula

Te doy palabras con la lengua,
un beso sin nada de pena.
Bajando tus manos por el pecho,
bajando donde pierdes el suelo.

Si existe el fuego en el cuerpo,
está consumiendo tus muslos;
está torciendo tus dedos
y volviendo curvo tu cuello.

El alimento no sacia mi hambre,
más aquello que guarda tu sexo.
No hay lluvia para este desierto,
que sólo humedece el calor tu aliento.

Tus pupilas dilatadas fijadas en mi,
aferrados en el filo del tiempo;
queriendo matar cada parte de ti
alzando tus piernas al vuelo.

Tal vez un pulpo, tal vez un pez;
una criatura que empieza a crecer...
con ocho brazos que están al revés,
con una boca que no ha de ceder.

Criatura extraña, posesiva en mi;
me veo en su reflejo, me consume lento...
y tus piernas no me dejan ir,
no me liberan hasta aniquilarme aquí.

Cadáveres inertes,
Muertos confortados,
restos de sus seres,
que quedan desguanzados.